jueves, 15 de septiembre de 2011

La alfombra roja de cinecuxa, avanza el Festival

Con buen cine, teatro y conversaciones de invitados nacionales e internacionales avanza cinexcusa, ratificándose como el mejor Festival del cine surcolombiano.
Lucrecia Martel, Leila Guerriero, Alberto Salcedo Ramos, Agusto Bernal, Carolina Sanín, Javier Mejía, Julián Venegas, entre otros han pasado por la alfombra roja de cinexcusa y se han sentado en los sofás de un escenario naranja que caracteriza la sexta versión de este Festival de Cine en Neiva.

Restan los últimos días de lo que ha sido la semana del Festival, semana en la que se ha podido disfrutar de la obra, Peste: Retorno de una sonrisa del grupo de danza contemporánea, Gioconda. Fueron 4 mujeres y un hombre con la dirección de Mélida González los que se tomaron el escenario del Ágora de la Universidad surcolombiana.

Este grupo que nació en la Usco en el 2009 con estudiantes de artística buscaron consolidar el arte como un espacio pedagógico. En el marco de Cinexcusa lanzaron su obra, luego de un destacado éxito de la anterior propuesta, Violemur: Un conflicto olvidado. Peste narra los relatos íntimos de los personajes frente a sus encuentros casuales, atracciones y tracciones. Es una mezcla de deseos, soledad, pasión y odio en un ambiente cotidiano que se entrelazan en una guerra emocional.


Entre proyección y primera fila

Este Festival es el sueño de un grupo de comunicadores de la Asociación Imagen que busca posicionar Neiva como escenario cultural del país. Uno de los organizadores, Hernando Flórez manifiesta que el tema de la mujer y el miedo de esta versión es producto de una pausa en el tema del conflicto. El fin era acercarse a un tema de coyuntura social, la mujer como asunto social vigente con subtemas como el sexo, el erotismo y la intímidad.

Uno de los personajes que ha pisado el escenario de Cinexcuasa es la cineasta argentina, Lucrecia Martel con la presentación de sus destacadas películas la Ciénaga y la Niña Santa. Lucrecia habla sobre como construyó su película La Niña Santa producida en el 2004, el largometraje centrado en el tema de la vocación y la experiencia erótica de la niña Amalia. Manifiesta que la película fue producto de varios episodios y pensando en cuestiones como ver a un hombre de guayabera, tocando a una mujer y que empezó a seguir para ver como era su vida. También del ver a una mujer rodeada de doctores, “una cosa medio perversa y erótica”. Juntando ese tipo de experiencias alrededor del cuerpo de la mujer, visto como un misterio terrible, pensó en la estructura del largometraje.
Para Lucrecia se trata de abordar un tema sensible, sobre todo de experiencias traumáticas que hablan más de la impotencia del hombre que no puede seducir a una mujer de manera sensual y tiene que recurrir a tocarla. Algo que se convierte en una experiencia habitual para muchas mujeres, pero Lucrecia reconoce que es una situación de abuso en la que se le otorga demasiado poder al victimario porque se está teniendo una mirada de horror. Por eso manifiesta, hay que tener otra mirada para posibilitar el enfrentar la cosa, evidenciando dicha impotencia del hombre.

La escritora, Carolina Sanín sustenta que la película refleja el objeto del deseo, en la que Amalia tiene poder para convertirse en un ángel de hombre, reconociendo una vocación salvadora, “Amelia no entiende que significa su vocación, pero convierte al hombre en su misión de la vida”. Lucrecia afirma que el personaje encontraba su misión en el problema del hombre, en el acoso.
El misterio en la película

Carolina Sanín dice que el espectador ve en las películas de Lucrecia el terror, “hay un fantasma, un misterio de cosas que se dicen, pero no se sabe quién”. Lucrecia Martel agrega que en la naturaleza humana hay un fenómeno de especie de monstruo en el mejor sentido como el que logra mostrar el cine de terror. Es el reflejo de una entidad personal del monstruo portador de algo único y divino.
Lucrecia agrega que en la película se refleja como los privado no existe ni en el hotel, ni en el hogar, “lo único que los diferencia son los afectos que se establecen en cada lugar”. Finalmente puntualiza, “la misma porquería que uno ve en la gente, uno lo es”. Por eso reconoce que el cine debe permitir mirarnos a nosotros mismo. El cine sirve para pensar en sí mismo, “a veces las cosas que vemos en las películas, no la vemos en nosotros, el cine es un intento para vernos a nosotros”.

Entre escritura y cine

La literatura también estuvo presente en Cinexcusa por eso se contó con la presencia de la cronista argentina y editora de la revista Gato Pardo, Leila Guerreiro. Hernando Flórez afirma que Leila es una destacada escritora que con sutileza logra guiar al lector, “todos amamos a Leila”.
Por su parte el editor de la revista el Malpensate, Ángel Unfried sostiene que con Leila hay que hablar sobre la creatividad, por eso el punto central del diálogo fue el perfil publicado por Leila en el Malpensante sobre la poeta Uruguaya, Idea Vilariño, titulado “Ya no será ya no”. Un perfil inquietante sobre el cómo se construyó la vida del personaje, sin tener la experiencia directa y los ambientes, “se siente un historia fragmentada como un documento”.
Para Leila, Idea es una de las grandes poetas del siglo XX y de la conocida generación del 45 junto a Mario Benedetti. Su perfil en el fondo es una historia de un hombre casado y su amante. Refleja la posición de Amante de Idea con Juan Carlos Onetti, entre el encuentro y amor al que le dedicó poemas como “Si murieran esta noche” y su novela Los adioses.
Leila Guerreiro manifiesta que no podía viajar a Uruguay, por eso muchos amigos escritores se convirtieron de una red de cómplices. Fue entonces una tarea de buscar números y de comunicarse con su hermano, su familia, su ex marido Jorge Liberatti y amigos. Sin embargo, aclara que ser de condición extrajera facilitó el crear confianza y así lograr que le contará sobre su vida.
Leila reconoce que la gracia de escribir periodismo narrativo es poder describir escenas, por eso fue complicado al escribir, pero no al investigar. Afirma que es un perfil armado con voces en off, “para poder explicar el periodismo narrativo digo que es pensar texto en documentales con la palabra”. Es como la relación que estable en el montaje en una sala de edición con una película. Leila piensa que el perfil está recorrido por una voz la de Idea contando su historia, “llegue a eso por la imposibilidad de no tener una escena”. Es un perfil que para Leila, lo diferencia de otros porque es más musical, es decir auditivo.
Leila manifiesta que le gusta la arqueología periodística, la de contar historias de gente muerta o de hablar con viejos que tienen la mala costumbre de morirse. Para eso se indaga y habla con el mayor número de gente que tiene relación con esa persona. Así es como arma un rompecabezas del que intenta establecer una versión equilibrada de sus facetas, “una imagen que se proyecta y se busca que sea justa”. Trabajo que implica la capacidad de mirar más allá de la foto y de las anécdotas, detalles que se deben buscar en los rastros de la vida en los poemas. Es que para esta escritora cuando se escribe de un artista, la obra ilumina y hay que establecer un diálogo con ésta.
En cuanto a la relación con el cine, Leila sostiene que el cine le dejado todo. Sin embargo, aclara que hacer cine es arduo por el montaje de escena por escena y por el equipo del rodaje, en cambio en su trabajo como escritora se cree una loba solitaria. Reconoce que no haría cine de ficción, pero sí documental y que el cine le interesa más que los libros, ya que le ha ayudado para escribir. Esto puesto que del relato del cine, ha aprendido como se puede lograr emoción de algo inesperado, “hay una sensación de plenitud al ver una buena película, se sale del cine como flotando”. Por eso Leila cuando escribe intenta que el lector sienta y se logre transmitir como se encuentra en el cine.

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